Hay veces en la vida que toca hacer un pensamiento. Es el caso de nuestra última clienta de "emeARQ loves IKEA", que ha decidido convertir su piso de Barcelona en un piso de estudiantes.
Para ello nos explicó qué utilidad le quería dar a cada espacio de la vivienda. Y de ahí, y sus gustos, salieron nuestros diseños.
Las dimensiones de todos los espacios son muy reducidas, sobre todo los tres dormitorios que debían combinar cama con espacio de trabajo, y esto nos dificultó mucho poder ubicar todas las piezas.
Es el caso del dormitorio pequeño, finalmente combinamos colores claros con algo de negro-marrón, dándole así un pequeño toque a la habitación. Éste fue el resultado:
El otro dormitorio tuvimos que diseñarlo con un sofá-cama, debido a su limitada anchura. A éste le hemos dado un toque de color para alegrar el espacio. El blanco y amarillo le da sin duda un aspecto muy divertido. El resultado es:
La estrella, el dormitorio grande. Grande, no por su dimensión, sino por tratarse del que será la habitación doble de la casa. Utilizar el roble blanco como material principal, combinado con el blanco de parte del mobiliario, hace que el espacio no se reduzca visualmente. Los colores suaves dan amplitud, y eso es lo que hemos hecho con éste espacio. Y así es como queda:
Y por último, pero no menos importante, la sala-estar-comedor. Un espacio alargado y estrecho. Aquí elegimos el color turquesa para darle sentido a la larga pared que protagoniza el espacio. El toque de color detrás de la zona de estar, creará un espacio agradable y de pacientes sensaciones.
El otro dormitorio tuvimos que diseñarlo con un sofá-cama, debido a su limitada anchura. A éste le hemos dado un toque de color para alegrar el espacio. El blanco y amarillo le da sin duda un aspecto muy divertido. El resultado es:
La estrella, el dormitorio grande. Grande, no por su dimensión, sino por tratarse del que será la habitación doble de la casa. Utilizar el roble blanco como material principal, combinado con el blanco de parte del mobiliario, hace que el espacio no se reduzca visualmente. Los colores suaves dan amplitud, y eso es lo que hemos hecho con éste espacio. Y así es como queda:
Y por último, pero no menos importante, la sala-estar-comedor. Un espacio alargado y estrecho. Aquí elegimos el color turquesa para darle sentido a la larga pared que protagoniza el espacio. El toque de color detrás de la zona de estar, creará un espacio agradable y de pacientes sensaciones.
El espacio de lectura y descanso que se crea con la distribución de sofás en forma de U, combinado con el mobiliario blanco, da una sensación de amplitud.
Para la zona de comedor unos muebles con puertas turquesas a juego con la pared, y mesa y sillas transparentes.
En todos los espacios de esta vivienda, con excepción del dormitorio grande en el que elegimos un cuadro, las paredes de color se adornan con un vinilo. IKEA tiene un pequeño abanico de estos elementos decorativos, pero son una muy buena elección para acabar de adornar espacios limitados, o no, en dimensión.
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